Tejú-Jaguá o Teyú Yaguá es el primer hijo de Taú y Keraná y uno de los siete monstruos legendarios en la mitología guaraní.

Debido a la maldición lanzada por Arasy contra Taú por haber raptado a Kerana, su descendencia será por siempre deforme y monstruosa.Así, el primer hijo de la pareja es un enorme lagarto con siete cabezas de perro cuyos ojos lanzan llamaradas. Sus siete cabezas de perro dificultaban cualquier tipo de movimiento.Aun que no posee mucha mivilidad en moverce.

Su aspecto era el más horroroso de los siete hermanos. Sin embargo su ferocidad fue aniquilada por deseo de Tupá. Era dócil e inofensivo. Aún así era temido por su mirada fulgurante.

Se nutría de frutas y su hermano Yasy Yateré le proporcionaba miel de abeja, alimento de su predilección. Fue considerado como el señor de las cavernas y protector de las frutas. Se lo menciona también como genio protector de las riquezas yacentes en el suelo. Su piel adquirió brillo revolcándose en el oro y las piedras preciosas de Itapé (un municipio y ciudad al oeste del Departamento de Guairá, República del Paraguay. Se encuentra a orillas del río Tebicuary Mí, y está comunicada con las localidades de Coronel Martínez, Villarrica [la capital departamental], y San Salvador a través de caminos terraplenados)